SIN LICENCIAS

 Esos momentos presos del recuerdo,

los he dejado volar, ¡romper el anochecer!

de esas madrugadas folclóricas de tu voz.

Esas escenas de carbón y azufre,

siguen columpiándose en la línea blanca

de los reflejos frios de tu sonrisa.

Estoy limpiando el polvo de esas cadenas

inexistentes que me impedían soñar.

Bienvenida inquietud, libertad innovadora

de caminar entre cáctus y fuegos,

tormentas, temblores y sin licencia.

¡Libertad!, de hacer, querer y empezar  SER.