Hablar

Recuerdas aquella noche de baile y beso, Cuando nos miramos y fuimos torbellino, Tito Nieves nos cantaba, no nos importaba Cerveza, humo y hielo nos animaban, Varios testigos nos lapidaban, y otros simplemente nos juzgaban. Al acercarme me confundí con tu pelo, Era el bosque donde acomodé mis sueños, Toque tus manos, sentí las tuyas Y como no había frenos, los labios chocaron, Uno, dos, tres,... perdí la cuenta enamorado Desperté, cuando Tito Nieves se marchaba. Éramos invulnerables, A sus risas, A sus miradas, Al sinfín de palabras, Todo y nada no nos afectaban Libres, libres saltando en el amor. No hubo necesidad de platicar, El idioma natural fue lo universal, Ni una sola palabra, ni un solo quejido, Tal vez hubo ruidosos suspiros, Lo que si aseguro hoy en mi vacío Es que cuando nace el amor sincero: No hay necesidad de convencer, No hay necesidad de explicar No hay necesidad de hablar.